Identificada como el corazón del palmar entrerriano, esta pequeña localidad se ha convertido en el centro del ecoturismo de la microrregión Tierra de Palmares. La comunidad tiene sus orígenes en la inmigración judía, sobre todo en la zona rural como colonia, y luego como pueblo, a partir de la estación de ferrocarril, en la que hoy funciona su Museo Histórico Regional Alcides Coulleri. El patrimonio arquitectónico, legado de los primeros colonos, se puede apreciar en un interesante recorrido guiado por sus tranquilas calles. Como colonia judía, su museo preserva parte significativa de artículos de los antiguos pobladores, y aún quedan testimonios de su presencia en el cementerio israelita, el edificio municipal, y algunas casas abandonadas, siendo parte de la experiencia “Una estrella, miles de historias”.
Su ubicación estratégica como la localidad más cercana al Parque Nacional El Palmar y la reserva natural privada vecina, Sitio Ramsar Palmar Yatay, hace de ella un importante apoyo para la prestación de servicios de alojamiento, comercio y gastronomía, destacada por sus platos elaborados con yatay y frutos autóctonos, ofreciendo una experiencia culinaria única. Las actividades en contacto con la naturaleza, dentro de estas áreas protegidas, son múltiples, siendo el senderismo, guiado o autoguiado, con observación de innumerables especies de flora y fauna, uno de los principales, con la silueta de la palmera yatay en toda su magnitud, junto a bañados, pajonales y selva en galería. Se promueve la conservación y actividades de bajo impacto, la interpretación ambiental, cicloturismo, kayaks, canoas, travesías 4 x 4, safaris fotográficos, astroturismo, entre otras. A todo ello, el refugio privado suma restaurante, alojamiento, programa de actividades y excursiones para todas las edades, elaboración de productos regionales y actividades productivas compatibles con la conservación, incluído un viñedo en un marco natural sin igual.
Desde Ubajay se organizan salidas por senderos naturales y siguiendo la vías del ferrocarril entre campos de citrus, plantaciones de pinos, palmares, arroyos, y médanos. La Fiesta Provincial del Yatay da corolario a una experiencia inolvidable en contacto con la naturaleza, acompañada por el pan de campo de un centenario horno a leña.