La localidad se formó a partir de la estación Pedernal del ferrocarril, alrededor de la cual, hacia 1908, se asentó la colonia judía Santa Isabel, pero prevaleció el nombre que la asocia a una dura piedra, siendo un detalle curioso que el nombre de las calles es de rocas de diferentes materiales y colores, mármol, granito, etc.
Es una comuna muy pequeña donde se puede visitar la Capilla Santa Isabel, ver antiguas casas y comercios, su plaza con pérgola y la recuperada estación de ferrocarril con oficinas públicas. Un gran predio rodeado de pinos y eucaliptus, a pocos metros de la RN 14, resguarda un conservado cementerio judío que lo hacen parte de la experiencia “Una estrella, miles de historias”.